Una jornada laboral sedentaria o lo que se conoce como el sedentarismo en el trabajo puede afectar la salud, especialmente, de los trabajadores que pasan un periodo de tiempo prologando sentados o en una posición similar, y en el que no se da espacio para tomar pausas o descansos que le permitan al cuerpo reactivarse, estirar y cambiar de posturas. La falta de movimiento que exija un gasto de energía recomendado para la salud, puede llegar a ocasionar molestias, trastornos o enfermedades, impidiendo el desempeño adecuado de las responsabilidades laborales y afectando el bienestar de los empleados.

Investigaciones al respecto, afirman que la conducta sedentaria se define como una actividad en la que existe un consumo de energía muy bajo, ya sea en el trabajo o fuera de él. Y cuando se adoptan hábitos no saludables la probabilidad de contraer ciertas enfermedades aumenta, como la diabetes tipo 2, obesidad, riesgos cardiovasculares, hipertensión, entre otras. El sedentarismo laboral, además de significar un riesgo para la salud de los trabajadores, desmejorando su calidad de vida, también representa un impacto negativo para la productividad de las empresas, en lo concerniente al ambiente laboral y en el aumento de costes para tratar las patologías que se derivan de los riesgos laborales.

Cuando se pasa demasiado tiempo realizando actividades como las de los administrativos, conductores o cajeros, existe la posibilidad de desarrollar trastornos musculo-esqueléticos (TME) o empeorar los ya existentes. Aparecen los dolores en la columna y cuello, tensión en los músculos, problemas en la circulación, molestia en las articulaciones, etc. Y así como el sedentarismo laboral puede tener efectos, principalmente, a nivel físico, también la salud mental de los trabajadores puede verse comprometida al padecer episodios intensos de estrés o ansiedad, cambios de humor y fatiga mental, o incluso llegar a sufrir depresión, como resultado de las exigencias de un trabajo que limita o anula los espacios para la recuperación del cuerpo y la mente.

Principales riesgos para la salud derivados del sedentarismo:

Se ha asociado el sedentarismo con la inactividad física, insistiendo en que esta última no implica necesariamente que una persona que no realiza actividad física durante la jornada laboral, no sea físicamente activa durante su rutina diaria (cumpliendo con las recomendaciones de actividad física de la OMS). Por lo que una persona que realiza de manera regular actividad física a lo largo de la semana, puede presentar conductas sedentarias durante las horas de trabajo. Y en caso contrario, hay personas con un trabajo que exige movimiento y pocas horas sentadas en la oficina, pero no cumplen con el criterio indicado de actividad física, aunque no se consideran sedentarias, son físicamente inactivas.

De acuerdo con esta distinción, los riesgos para la salud pueden aumentar cuando se pasa más de 8 horas diarias sentados o en conductas sedentarias y no se realiza ningún tipo de pausa o actividad física luego de permanecer más de 30 minutos seguidos en la misma posición. Lo que puede conllevar a las siguientes consecuencias (además de las ya citadas):

• Pérdida de masa muscular
• Pérdida de fuerza
• Alteraciones cognitivas
• Posibilidad de sufrir ciertos tipos de cáncer
• Sobrepeso
• Dislipemia
• Distrés piscológico

Cómo reducir el sedentarismo y sus efectos:

Desde los programas y políticas encaminados a promover el bienestar de los trabajadores en las empresas, y desde el cuidado individual, es posible introducir en la jornada laboral ciertas prácticas que resultan vitales para mejorar la salud y reducir las conductas sedentarias:

• Implementar pausas activas, descansos cortos y estiramientos de los músculos antes y después de la jornada laboral
• Cambiar de posturas de manera frecuente
• Fomentar la actividad física en el entorno laboral
• Poner en práctica las normas de higiene postural
• Implementar hábitos saludables como rutinas de ejercicio o cualquier actividad física que requiera un consumo de energía adecuado para proteger la salud
• Caminar o andar en bicicleta durante los desplazamientos hacia el trabajo, subir las escaleras en lugar de tomar el ascensor, caminar luego de almorzar, etc.
• Implementar una alimentación sana y adecuada ayuda a prevenir y disminuir los riesgos de contraer enfermedades asociadas con el sedentarismo