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Muchos trabajadores pueden sentir que su trabajo es inestable cuando no goza de los beneficios de una contratación apropiada, cuando el ambiente en su puesto de trabajo es hostil o percibe que en la empresa se presentan cambios constantemente en los procesos y en la rotación de personal. Ante esta situación, los trabajadores pueden elevar sus niveles de ansiedad y estrés, debido a la falta de certeza y acompañamiento por parte de la compañía o jefes inmediatos, afectando su calidad de vida y bienestar.
Sufrir de dolores de cabeza de manera esporádica es una situación que muchas personas pueden experimentar en algún momento de la vida. Sin embargo, cuando estos periodos de cefaleas se derivan de los riesgos psicosociales y se vuelven repetitivos en el trabajo, pueden afectar la calidad de vida de los trabajadores e inicidir en sus niveles de productividad.
Muchos son los beneficios de gestionar de maner oportuna el estrés laboral, especialmente los relacionados con el impacto positivo que generan sobre la salud mental de los trabajadores. Estos a su vez, contribuyen en gran medida en aspectos como el desempeño y productividad, creando una sinergia que beneficia tanto a los trabajadores como a las empresas.
Los estados emocionales forman parte de la vida del ser humano. Su capacidad de influir en distintas áreas de la vida es alta, y dependiendo del manejo que se le de a las emociones, puede resultar positivo o negativo, especialmente cuando se trata de productividad laboral.
Gestionar de manera adecuada las reponsabilidades laborales y las tareas domésticas o personales al tiempo, es uno de los mayores retos a los que se enfretan los trabajadores. No encontrar una conciliación entre ambos aspectos puede afectar su salud física y mental, desmejorando su calidad de vida y obstaculizando la posibilidad de su desarrollo humano y social, desde un trabajo digno.
Aunque la ansiedad se considera como un estado de alerta normal o como el motor que impulsa al individuo a reaccionar frente a una situación específica o de peligro, cuando estos espisodios de ansiedad se vuelven intensos o repetitivos pueden afectar no solo la salud mental de la persona, sino que dependiendo de la prevalencia de los síntomas, puede convertirse en un estado patológico que llega a incidir negativamente en la vida de las personas y en sus entornos, como el laboral.