La inestabilidad laboral puede afectar profundamente la salud de los trabajadores, tanto para quienes no tienen la posibilidad de acceder a una contratación digna como para quienes se encuentran en la incertidumbre constante de no saber si continuarán laborando en la empresa. Existe una amplia referencia investigativa en esta materia que relaciona precisamente las condiciones laborales como factores de riesgo para la salud. El estrés y la ansiedad están catalogadas como las manifestaciones más comunes en las personas que deben afrontar este tipo de inseguridades, además de los síntomas fisiológicos que se derivan de estas.
Aunque los efectos de la inestabilidad laboral pueden ser más evidentes a nivel físico, emocional y mental, lo cierto es que finalmente el impacto puede afectar esferas tan importantes como la vida familiar y social, especialmente, cuando el trabajador no tiene los recursos personales para enfrentar circunstancias críticas que requieren de una capacidad de resolución más racional que emotiva.
Estar en permanente zozobra a causa de la inestabilidad laboral relacionada con los cambios frecuentes en los puestos de trabajo, los despidos, la falta de oportunidades para ascender dentro de la empresa, la rotación permanente de trabajadores y el tipo de contratación, entre otros; pueden constituirse como un factor de riesgo psicosocial que atentan contra el bienestar laboral, debilitan la relación de compromiso por parte del trabajador con la empresa y disminuyen el rendimiento laboral. En lo que respecta al ambiente de trabajo, las relaciones entre compañeros pueden llegar a debilitarse y aumentar la tensión entre jefes y trabajadores.
Quienes perciben que su situación laboral es inestable la asumen como una amenaza y por lo tanto, pueden llegar a experimentar elevados niveles de ansiedad. Y este estado psicológico puede surgir por razones como no tener certeza sobre el futuro laboral, no tener el control sobre su trabajo y porque la posibilidad de perder el mismo, significa un riesgo en su economía personal. Y al vivir en medio de estos estados de ansiedad, la calidad de vida desmejora, afectando la salud emocional y física.
Cuando el trabajador sufre permanentemente de ansiedad, asociada a la inestabilidad laboral, pueden manifestarse síntomas como:
• Dolores de cabeza
• Trastornos del sueño
• Problemas gastrointestinales
• Depresión
• Trastornos de ansiedad
• Irritabilidad
• Desesperanza
• Pérdida de atención
¿Y cómo puede reducirse el impacto de la inestabilidad laboral? Desde las empresas son varias las acciones que pueden implementarse para ofrecer condiciones de trabajo dignas que favorezcan al trabajador, entre ellas medidas preventivas como:
•Implementar un programa de bienestar laboral que le brinde seguridad al trabajador, ofreciendo beneficios extra laborales que le permitan desarrollar su vida personal, profesional, social y laboral
•Brindar recursos y herramientas necesarios para ejecutar con eficiencia las responsabilidades laborales
•Fomentar un clima laboral inclusivo, con una comunicación participativa y fluida
•Ofrecer recursos de apoyo psicológico ante situaciones que el trabajador pueda percibir como amenazantes para su situación laboral
•Promover una cultura organizacional que priorice la seguridad y estabilidad laboral
A nivel individual, los trabajadores pueden recurrir a medidas específicas que le ayuden a manejar adecuadamente las situaciones tensas relacionadas con la percepción de inestabilidad en el trabajo:
•Poner en práctica técnicas de relajación y de atención plena como el mindfunless
•Aprender técnicas para gestionar el estrés y la ansiedad
•Buscar apoyo emocional en el círculo familiar, social y profesional
•Reforzar el autocuidado a través del ejercicio, una alimentación saludable, la recreación, el descanso adecuado, etc.
•Desarrollar nuevas competencias y habilidades que se requieran en el mercado laboral
•Replantear los objetivos y metas profesionales que permitan nuevas oportunidades laborales estables