Algunos factores relacionados con el tipo de trabajo y el ambiente laboral pueden originar dolores de cabeza o agravar los mismos, aumentando las posibilidades de interferir en el desempeño de los trabajadores, en sus estados de ánimo, en las relaciones con sus compañeros y además, aumentar las posibilidades de sufrir accidentes durante su jornada. Dependiendo de la intensidad del dolor, la duración y su localización y de si estas crisis son recurrentes, pueden incluso llegar a incapacitar a los trabajadores.
Aunque no existe una causa específica que produzca las cefaleas, durante la jornada laboral es común identificar una suma de factores que pueden originarlas como el ruido intenso y constante al que están expuestos los trabajadores, el tipo de iluminación, la calidad del aire, algunos productos químicos, la carga laboral, las posturas inadecuadas, el mal sueño, la tensión, ansiedad y el estrés, entre otros. Con respecto a este último, si la persona no tiene la capacidad para gestionarlo adecuadamente, puede convertirse en uno de los principales factores que contribuyan con el desarrollo de episodios de dolores de cabeza.
Por otro lado, las características individuales también tienen una relevancia significativa en las crisis de cefaleas como el estilo de vida, la alimentación, factores psicológicos que indiquen que la persona sufre de estrés, ansiedad o depresión, el consumo de fármacos que pueden provocar cefaleas, etc. Además de afectar la calidad de vida de los trabajadores que los padecen, los dolores de cabeza también pueden interferir en procesos como la concentración, la memoria, en la visión, en la capacidad de resolver problemas que requieran de atención inmediata, dificultar el sueño, alterar la percepción del riesgo en su puesto de trabajo, etc.
Es necesario que las personas que padezcan este tipo de trastornos durante la jornada laboral o después de ella, consulten la sintomatología con personal de la salud como el médico de la empresa, para establecer las causas que los originan y la posible relación con el trabajo que realiza, si llegara a tenerla. Esto permitirá determinar los factores que están contribuyendo con su manifestación y ayudará a establecer un protocolo para la prevención y el tratamiento de estas crisis, teniendo en cuenta además, el tipo de cefaleas que experimenta la persona y las condiciones en que se desarrolla su puesto de trabajo.
Aunque la mayoría de los trabajadores que sufren de dolores de cabeza de manera recurrente, hacen su mejor esfuerzo para asistir al puesto de trabajo y laborar de manera normal, ya sea por temor a ser despedidos y para evitar la acumulación de actividades que impliquen luego más trabajo (lo que se relaciona con el presentismo); lo cierto es que, paradójicamente, a lo largo de la jornada podrán experimentar una deficiencia en sus actividades y un aumento de los niveles de estrés al no poder concluir de manera óptima con sus responsabilidades, lo que aumentará la intensidad del dolor y su duración.
¿Cuáles son los síntomas más comunes que se pueden experimentar cuando se sufre de cefaleas?
Dependiendo del tipo de cefalea, los síntomas pueden variar de una persona a otra, pero comúnmente pueden identificarse sintomatologías que resultan familiares, como:
•Náuseas y/o vómito (migraña)
•Sensibilidad a la luz (migraña)
•Lagrimeo (cefalea en racimos)
•Enrojecimiento de los ojos (cefalea en racimos)
•Fonofobia (migraña)
•Sensación de cansancio (migraña)
•Sensibilidad muscular en cuello, hombro y cabeza (cefalea tensional)
Las cefaleas de tipo tensional son las más comunes y son las que con mayor frecuencia se presentan en los lugares de trabajo, sin que estas excluyan la manifestación de los otros tipos de dolores de cabeza. Es importante que en los lugares de trabajo se implementen las medidas necesarias para eliminar o contrarrestar los efectos de estos trastornos en la salud de los trabajadores, y esto solo puede ser posible con la identificación temprana de los factores desencadenantes junto con la evaluación periódica de las condiciones de salud de cada trabajador.
Recomendaciones generales para prevenir los dolores de cabeza en el trabajo:
•Brindar a los trabajadores formación en técnicas de gestión del estrés
•Evitar el consumo de alimentos que puedan provocar o agravar los dolores de cabeza como el café, chocolate, etc.
•Aplicar la higiene postural
•Implementar la higiene del sueño
•Evitar la exposición a factores que puedan estar causando el problema como la exposición prolongada al ruido o a olores muy fuertes
•Implementar un estilo de vida saludable
•Tomar periodos de descanso durante la jornada laboral que le permitan al trabajador liberarse de tensiones
•Tener en cuenta las restricciones médicas de los trabajadores relacionadas con circunstancias que puedan generar las cefaleas