En el entorno laboral, son muchos los factores de riesgo que pueden llegar a perjudicar la salud de los trabajadores. Los ojos, especialmente, son una parte muy sensible del cuerpo que pueden sufrir agresiones ocasionadas por el ambiente, por el uso excesivo de pantallas, por la iluminación inadecuada, por la exposición prolongada a trabajos que requieren de un esfuerzo visual elevado, entre otros. Y sin embargo, no siempre cuentan con la atención y el cuidado adecuados para conservar la salud visual.

De acuerdo con el informe “Eye Health and the world of work” de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), aproximadamente 13 millones de trabajadores en el mundo padecen de discapacidad visual de origen laboral y se estima que cada año se originan 3.5 millones de lesiones oculares debido al trabajo. Lo preocupante de estas estimaciones es que este tipo de discapacidades representan una gran desventaja para los trabajadores que las padecen, debido a que, según el informe, tienen alrededor de 30% menos posibilidades de conseguir trabajo en comparación a aquellos trabajadores que gozan de buena salud visual.

Ante esta realidad, se hace aún más importante gestionar la salud ocular en el mundo del trabajo, por medio de estrategias dirigidas a dos enfoques principales: el autocuidado por parte de los trabajadores y las acciones en materia de prevención y control en el ámbito laboral, lideradas por los empleadores. Como medidas esenciales es conveniente evitar ciertas prácticas perjudiciales para los ojos como fumar, frotarse los párpados con las manos sucias, no usar lentes cuando su uso es necesario, utilizar las gafas inapropiadas y no llevar a cabo los descansos de manera oportuna.

Los sistemas de gestión de seguridad y salud en el trabajo son programas esenciales para prevenir enfermedades y accidentes de origen ocupacional, por medio de medidas específicas de acuerdo al tipo de trabajo y las condiciones propias de cada trabajador. Ocuparse de la salud visual desde estos sistemas, además de brindar cuidado, también implica que el trabajador puede llegar a ser más productivo, sentir mayor bienestar y autonomía en su trabajo.

Entre los principales riesgos asociados al trabajo que pueden afectar la salud ocular están la manipulación de láseres, trabajos de fundición o soldaduras, manejo de sustancias químicas, exposición a radiación solar, el uso prologando de computadoras, actividades de construcción, agricultura y del sector industrial.

Es pertinente evaluar si las acciones en materia de prevención y control sobre la salud visual están siendo efectivas o es necesario dirigir los esfuerzos del sistema de gestión y seguridad laboral, por medio de tres objetivos principales, tal como lo menciona el informe de la OIT:
•Prevenir la exposición a riesgos específicos de acuerdo a cada trabajo
•Proteger la salud visual actual de los trabajadores
•Liderar un SG-SST que tome en consideración la pérdida natural de la visión de los trabajadores, en la evaluación de riesgos

¿Qué iniciativas se pueden establecer desde las empresas?

Lo primordial en materia de prevención de riesgos laborales es mantener siempre informados a los trabajadores sobre los peligros que pueden llegar a afectar a su salud visual, así como la importancia de contar con su participación en la identificación de aquellos riesgos en sus puestos de trabajo, que deberán ser informados a sus respectivos líderes, para tomar las acciones correctivas pertinentes.

Además pueden tenerse en cuenta, acciones como:

•Establecer un programa de vigilancia médica dirigido a la salud visual que facilite la práctica regular de exámenes oculares para identificar signos tempranos de enfermedades o trastornos visuales
•Establecer y velar por el cumplimiento de las pausas activas
•Ofrecer implementos de protección adecuados, teniendo en cuenta la actividad y el nivel de exposición a los riesgos que puedan afectar los ojos
•Proporcionar una buena ventilación en el caso de las oficinas, para evitar partículas que afecten la visión
•Ofrecer una correcta iluminación en interiores
•Formar a los trabajadores en prácticas adecuadas que prevengan el daño ocular y fomenten el autocuidado en la salud visual
•Para trabajos al aire libre proporcionar elementos de protección adecuados y habilitar zonas para la sombra y el descanso
•En horarios donde el sol es más intenso, evitar la realización de trabajos, en la medida de lo posible o adecuar pequeños descansos que minimicen los riesgos en la salud visual