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ENVEJECIMIENTO EN EL TRABAJO: GESTIÓN DE LA EDAD
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Envejecimiento en el trabajo: gestión de la edad Destacado

Oct 24 2019

El envejecimiento como una transformación natural para el ser humano, se desarrolla como un proceso complejo y progresivo que afecta los aspectos biológicos y psicológicos. De esta manera, las capacidades físicas y mentales van disminuyendo, al tiempo que puede aumentar el riesgo de contraer enfermedades o experimentarse periodos complejos de salud. Sin embargo, estos cambios no son iguales para todas las personas, y pueden variar dependiendo de las características de cada individuo tales como el estilo de vida, su historial genético, su entorno, etc.

A medida que se envejece, estos cambios pueden afectar de manera decidida aspectos sociales como la vida laboral y la capacidad de relacionamiento con el entorno, los que a su vez inciden en el proceso de envejecimiento. Entre algunas alteraciones que el cuerpo comienza a experimentar se destacan la disminución visual, los dolores lumbares, la disminución de la fuerza física y pérdida de la audición.

De acuerdo con el portal de la Organización Mundial de la Salud, el porcentaje de personas mayores a 60 años pasará del 12% al 22%, para el año 2050. Una cifra de gran impacto en temas como el económico, social, cultural y el tema laboral. Lo que quiere decir, que las empresas deberán centrar sus esfuerzos en implementar acciones que les permita gestionar la edad de manera adecuada para todas las generaciones que hacen parte de su personal. Deberán seguir garantizando la seguridad y salud laboral de sus trabajadores de acuerdo con sus particularidades y en todos los aspectos del trabajo, ofreciendo especial énfasis en los grupos de mayor edad, con el fin de cumplir el principio de equidad e igualdad.

Para la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, gestionar la edad se refiere a la gestión de recursos humanos de acuerdo con las necesidades de los trabajadores en proceso de envejecimiento. Esta administración debe realizarse en términos integrales, que incluyan las características intergeneracionales e intrageneracional, que involucre a los trabajadores de todas las edades.

Como “trabajadores de más edad”, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) los define como aquellos “susceptibles de encontrar dificultades en el empleo y la ocupación al avanzar en edad” . Teniendo en cuenta esta referencia, es preciso que, desde las empresas se vigile constantemente este tipo de población, con el propósito de ofrecerle a los trabajadores, un trabajo y un entorno que se rediseñe de acuerdo con sus capacidades, para garantizarles la continuidad de su vida laboral y el cuidado de su salud.

Así mismo, las empresas deben replantear sus procesos de contratación, que deberán enfocarse en las habilidades, la experiencia, el conocimiento acumulado de los trabajadores, sin discriminación por la edad o discapacidad. Esto promueve la diversidad dentro de las organizaciones y la posibilidad de trabajar con equipos heterogéneos que aporten desde sus propias capacidades y experiencias.

La edad y la adaptación de los puestos de trabajo:

Es importante conocer qué cambios pueden tener las personas de mayor edad, cómo viven este proceso y qué tanto puede llegar a afectar su capacidad de trabajo. Por lo que resulta valioso incorporar medidas tempranas para gestionar la edad, que ayuden a identificar y mitigar posibles afectaciones en las capacidades funcionales de los trabajadores. La Agencia Europea recomienda en su informe "Diversidad de los trabajadores y evaluación de riesgos:garantizar la cobertura par todos", hacer hincapié en la realización de evaluaciones de riesgos permanentes e inclusivas para todos los grupos de trabajadores, con el fin de tomar acciones oportunas para la seguridad y salud laboral. Lo que se busca es implementar programas que fomenten la prolongación de la vida laboral, y el mantenimiento de la capacidad de trabajo.

Las organizaciones deben comenzar a adoptar cambios de conducta frente a los efectos del envejecimiento en la población trabajadora, con el fin de gestionar de manera adecuada este proceso, desde el compromiso de los puestos directivos y supervisores. Solo siendo conscientes de la necesidad de diseñar estrategias y programas preventivos enfocados a cuidar la salud de los trabajadores desde las distintas etapas de la vida, puede ofrecerse un equilibrio entre la vida personal y laboral; así como, aprovechar al máximo las habilidades propias de cada trabajador, al tiempo que se asegura el acompañamiento en la transición de una jubilación digna.

Estos son algunos de los beneficios de gestionar la edad:

• Se ofrece una mayor motivación a los trabajadores (todas las edades)
• Se ofrece una mayor satisfacción laboral
• Se aprovecha la experiencia, sabiduría y conocimiento de las personas con más edad
• Aumenta la competitividad a través de la gestión del conocimiento
• Se incrementa el valor de las empresas, por medio de la retención del talento.
• Se valora las capacidades de los trabajadores de edad. Reconocimiento.
• Se genera un compromiso para trasferir conocimientos y experiencias a otros grupos de edad (jóvenes).

Intervenciones en la gestión de la edad:

Teniendo en cuenta, que los trabajadores de más edad se caracterizan por ser un grupo homogéneo en sí mismo, pueden tomarse algunas medidas desde los Sistemas de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo y desde las políticas de la administración de Recursos Humanos, para ofrecer una calidad de vida laboral conforme sus capacidades y necesidades se van transformando.

A continuación, algunas:

• Ofrecer información y formación en temas de seguridad y salud laboral, teniendo en cuenta los grupos de edad.
• Promoción y prevención de la salud.
• Ofrecer formación permanente para reforzar las capacidades de los trabajadores, tanto profesionales como las habilidades psicosociales.
• Realizar evaluaciones de riesgos de manera periódica.
• Aumentar las frecuencias de los descansos o de las pausas activas, especialmente en trabajadores mayores.
• Prestar mayor atención en la realización de exámenes médicos para identificar, prevenir y tratar problemas.
• Flexibilizar la jornada de trabajo.
Rediseñar los puestos de trabajo teniendo en cuenta las características de los trabajadores.
• Promover hábitos de vida saludables.
• Facilitar el desarrollo profesional teniendo en cuenta las capacidades, el puesto de trabajo y las competencias.

Los avances tecnológicos y las dinámicas laborales están cobrando cada vez mayor importancia en la manera cómo se gestiona el talento humano en las empresas. Por eso es vital que las directivas desarrollen estrategias para gestionar la edad desde un enfoque holístico, que abarque todos los aspectos propios del ser humano y su rol como trabajador.

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