El mundo del trabajo es diverso, tanto en relaciones como en realidades, que cambian de manera constante conforme las dinámicas laborales se adaptan a las evoluciones de las sociedades. En este ámbito, el individuo encuentra situaciones y factores influyentes que le aportan a su realización individual, pero también a su desarrollo cultural y político. Y aunque en el aspecto laboral, existen normas y convenios internacionales a favor de un trabajo digno y en respaldo a los trabajadores en todas sus dimensiones; aún persisten situaciones adversas como la discriminación laboral, deslegitimando precisamente, la esencia del mundo del trabajo.

La discriminación en el trabajo puede manifestarse desde diferentes prácticas y por diversas razones (por discriminación de edad, género, orientación sexual o por discapacidad, entre otras), quebrantando y haciendo más difícil las relaciones laborales entre empleadores y trabajadores. Las personas que afrontan este tipo de situaciones, generalmente se encuentran en una posición de exclusión o desventaja frente a los demás, y aunque el empleador justifica sus motivos (basados más en sus estereotipos y en una inadecuada práctica gerencial) para discriminar, ninguno está relacionado con el trabajo que el individuo desempeña.

Para la Organización Internacional del Trabajo – OIT, la discriminación laboral se define “como cualquier distinción, exclusión o preferencia basada en motivos de raza, color, sexo, religión, opinión política, ascendencia nacional u origen social (entre otros) que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en el empleo y la ocupación”. En cualquiera de los casos, los trabajadores que padecen la discriminación en el trabajo pueden verse perjudicados con salarios más bajos, suelen recibir mal trato por parte de superiores o compañeros, recibir horarios inadecuados, estar impedidos para participar en procesos de ascenso y tener poca autonomía en sus labores, entre otros.

No es nada raro ver en anuncios de empleo condiciones discriminantes como la edad, el género o el lugar de residencia de los aspirantes, para poder aplicar a las ofertas laborales. Muchas empresas, lamentablemente, aún recurren a estas prácticas inadecuadas (incluso anticonstitucionales e indignantes), considerándolas como criterios suficientes de contratación dentro de sus procesos de reclutamiento y selección de personal. A pesar de los esfuerzos en materia legislativa y de los convenios internacionales que procuran evitar cualquier tipo de acto en contra de la libertad, la dignidad humana y los derechos de los trabajadores, no son suficientes y es mucho lo que queda por hacer frente a la discriminación laboral (denunciar estas prácticas es una opción), máxime, si desde algunas empresas estas acciones discriminatorias son legitimadas desde sus propios intereses.

Cabe mencionar, que en Colombia, la discriminación laboral de género es un tema que aún continúa en los diferentes sectores de la sociedad, pese a la normatividad adelantada en materia de igualdad. Son las mujeres las que mayor dificultad presentan para acceder al mercado laboral y cuando lo hacen, se encuentran aún con barreras como la brecha salarial.

Consecuencias de la discriminación laboral:

Los efectos de la discriminación en el trabajo son muchos y todos con una carga negativa profunda en la consecución de ambientes de trabajo saludables y de modelos de negocios productivos. Estos comportamientos discriminatorios pueden manifestarse desde las directivas de la empresa o desde los mismos compañeros de trabajo y las causas más comunes de discriminación están relacionadas entre otras con la raza, experiencia laboral, condición social, ideología política, religión y cultura.

Algunas de las repercusiones de la discriminación laboral:

• Deterioro en la salud mental de quien padece la discriminación laboral
• Mayor estrés y desencadenamiento en crisis nerviosas
• Bajo rendimiento laboral
• Afectación en la autoestima
• Perturbación de las relaciones interpersonales, generando un clima laboral inestable
• Impacto en los niveles de productividad de la empresa
• Agrava la desigualdad y la pobreza
• Desaprovechamiento del talento humano
• Impedimento para el desarrollo individual, profesional y social
• Vulneración de los derechos humanos
• Mayor rotación de personal
• Acciones legales en contra de las empresas que permiten la discriminación en el trabajo

Es importante destacar, de acuerdo con la OIT, que la discriminación en el trabajo puede darse “antes de la contratación, en el empleo o tras abandonar el empleo”, y las esferas donde se pueden materializar los actos discriminatorios son la remuneración, en la asignación de tareas, en las oportunidades de formación, en las evaluaciones de rendimiento y promoción, etc. Por lo que es importante que las medidas en contra de las prácticas discriminatorias surjan precisamente desde las empresas, a través de políticas o programas institucionales de la mano con los trabajadores, en los que se pueda hacer un seguimiento adecuado basado en el respaldo normativo, para eliminar estas manifestaciones de discriminación.