Un entorno de trabajo donde la salud de los trabajadores se considera un tema importante, impacta de manera positiva en los niveles de productividad de las empresas. Diversos estudios demuestran que privilegiar el bienestar físico, mental y social del equipo humano potencian aspectos como el desempeño, la motivación, el sentido de pertencia y la rentabilidad de las organizaciones.

El trabajo bajo presión es una capacidad que está bien vista por la mayoría de empresas, que buscan seleccionar prosfesionales capaces de gestionar de manera eficiente los obstáculos y problemas que se pueden presentar en un ambiente de trabajo de altas exigencias y estrés.

La ambigüedad de rol se manifiesta cuando el trabajador se sitúa en una situación tensionante de incertidumbre, al no contar con una información suficiente y entendible sobre las funciones que debe desempeñar en su puesto de trabajo y sobre lo que se espera de la persona en la gestión de su rol, dentro de la organización. 

Una de las mayores ventajas de implementar herramientas tecnológicas en procesos relacionados con la seguridad y salud en el trabajo, es su contribución en el aumento de la productividad de las empresas, así como de la optimización de las labores de los especialistas en salud y de los profesionales que hacen parte del área de seguridad y salud laboral.

Varios estudios asociados al trabajo por turnos, demuestran que este tipo de trabajo puede afectar la salud de los trabajadores al modificar sus actividades cotidianas y alterar su ritmo biológico, favoreciendo la aparición de afecciones como trastornos gastrointestinales, ansiedad, insomnio, etc; además de incidir en la vida familiar y social, de manera negativa.

Cuando se fomentan ambientes de trabajo saludables, se logran beneficios importantes en la salud física y mental de los trabajadores, permitiéndoles gestionar de mejor manera sus labores, al tiempo que genera un impacto positivo en la productividad de toda la empresa.

El 2022, en materia laboral, estará marcado por los esfuerzos de las organizaciones de seguir adaptándose a los cambios generados por la pandemia de la COVID-19. Será necesario desafiar los retos que imponen las tendencias laborales, rediseñando los planes de negocio de las organizaciones, así como la necesidad de reclutar profesionales con competencias enfocadas en lo digital y con habilidades blandas, como la inteligencia emocional.

Muchas veces las medidas preventivas que se implementan en las empresas pueden no ser siempre efectivas, debido a que cada uno de los trabajadores perciben el riesgo de manera distinta, y por lo tanto, entre otras causas, aumenta la posibilidad de que ocurran los accidentes en el trabajo.

Implementar el descanso durante y después de la jornada laboral, garantiza una recuperación oportuna tanto de manera físiológica como psicológica, impactando de manera positiva en el desempeño de los trabajadores. Además de reducir y prevenir la fatiga y el estrés, los procesos mentales como la creatividad y la resolución de problemas, mejoran de manera notoria.

Trabajar de manera excesiva y a un ritmo elevado puede generar efectos adversos para la salud de los trabajadores. Según un estudio de la OMS y la OIT, manentener este estilo de trabajo acumulado a lo largo del tiempo, está asociado con el riesgo de padecer enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares, que pueden incluso, ocasionar la muerte.

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